Para poder tratar a los niños es importante conocer sus características anatómicas, fisiológicas y de desarrollo, de ahí que he ampliado mi formación con el fin de poder ayudar a los más pequeños.
Desde el nacimiento podemos disfrutar de los beneficios de la osteopatía. Disminuir cólicos, mejorar el sueño o resolver periodos de estreñimiento son algunas de las cosas en que podemos ayudar desde bebés.
Durante la infancia hacer un seguimiento del crecimiento, una revisión desde el punto de vista odontológico, revisar su postura y correcta alineación de las extremidades son otros ejemplos de los beneficios que puede conllevar la osteopatía en niños.
Más adelante sigue siendo de gran importancia hacer un seguimiento de los cambios que experimenta el cuerpo durante la adolescencia tanto a nivel físico como emocional.